
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) ha impuesto, mediante decreto supremo, el uso obligatorio del lenguaje inclusivo en todas las instituciones del Estado. Esta medida representa una forma encubierta de imponer la ideología de género a través del lenguaje, disfrazándola de inclusión.
El 24 de febrero de 2025, la presidenta Dina Boluarte fue clara al rechazar la imposición de ideológica. En su declaración, enfatizó que no permitirá la difusión de mensajes que puedan generar división o confusión en la sociedad. Si bien expresó su respeto por la identidad personal de cada ciudadano, sostuvo que las políticas públicas deben centrarse en principios fundamentales, evitando enfoques que puedan interpretarse como imposiciones.
No solo se trata de una postura política, ya que la Ley N° 32003 prohíbe expresamente el uso obligatorio del lenguaje inclusivo mediante el desdoblamiento innecesario. Es decir, el Estado ha determinado que este tipo de lenguaje no debe imponerse. A pesar de ello, el MIMP insiste en imponerlo, desobedeciendo la ley y el espíritu de unidad nacional.
Mientras esto ocurre, miles de peruanos realmente vulnerables siguen esperando atención: niñas víctimas de violencia sin refugio, adultos mayores en abandono y menores maltratados en albergues. Pero en lugar de atender estas urgencias, el MIMP destina fondos, tiempo y personal a imponer una guía ideológica, reeditando el documento “Si no me nombras, no existo” y capacitando a funcionarios en esta narrativa ideológica.
Y en medio de esta penosa realidad, el MIMP viene pagando consultores, diseñadores gráficos, y capacitando funcionarios en ideología de género lingüística, reeditando una guía llamada “Si no me nombras, no existo”, cuyo título es más preocupante que pedagógico.
Al parecer las prioridades del Ministerio de la mujer y poblaciones vulnerables están invertidas. Porque las niñas violentadas, las madres solteras sin hogar y los adultos mayores abandonados sí existen, pero para el MIMP no son prioridad. A costa de estas poblaciones vulnerables, la ministra, los principales directores del MIMP y sus consultores ganan sueldos altos, mientras los beneficiarios pasan hambre y penurias.
📢 Exigimos que se respete la ley, se escuche a la ciudadanía y se prioricen las verdaderas urgencias del país.
✍️ Firma esta alerta y pídele a la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Fanny Esther Montellanos Carbajal, que los recursos son para asistir, no para adoctrinar, y que los recursos del Estado sean destinados a quienes más lo necesitan. ¡NO A LA GUÍA CON GÉNERO!